sábado, mayo 27, 2006

Manifiesto en defensa de los espacios públicos

La Junta Municipal de Chamartín pretende realizar una serie de transformaciones del barrio a espaldas de los vecinos (remodelación de la Plaza de la Prospe, del Parque de Berlín, eliminación de la pista de baloncesto junto al auditorio), que valoramos que van en detrimento del uso público de los espacios públicos del barrio y en beneficio de su uso con fines privados o de pago. Sus reformas van encaminadas a erradicar la presencia de un cierto tipo de personas que utilizan en la actualidad estas plazas y parques para reunirse y divertirse, pero que no son potenciales “consumidores de ocio”; a cambio pretenden sustituirlas por otro tipo de público consumidor, que puede pagar ciertas actividades.

El modelo económico dominante, al que sirve este actual gobierno municipal, prioriza los intereses privados que están convirtiendo las calles de nuestras ciudades en un mero lugar de paso destinado a ir al trabajo o a consumir en las grandes superficies comerciales o en los fastuosos eventos culturales. La ciudad está diseñada en función del transporte privado, que por su necesidad de subterráneos, puentes, circunvalaciones, parkings, ha desfigurado la faz de las ciudades hasta hacerlas irreconocibles, han desmembrado los barrios y desestructurado a la población, convirtiendo a las personas en meros consumidores que salen directamente desde su plaza de garaje a la plaza del hiper.
Frente a este panorama reivindicamos la prioridad del uso público frente al uso privado, el interés social frente al interés privado; que las calles y las plazas vuelvan a ser el lugar comunitario donde los ciudadanos se encuentran para convivir, compartir, dialogar, divertirse juntos; que la ciudad vuelva a estar habitada por convecinos, no por meros consumidores; reivindicamos el derecho a disponer de espacios públicos al margen de los circuitos del mercado.
Fuente:
Red de Barrio de Prosperidad

Todos somos Berlín


Justo en la frontera norte de Prosperidad, se haya uno de los mejores parques de Madrid, sin duda mi favorito por muchas razones: el Parque de Berlín. Tópicos aparte del tipo "es el pulmón verde del barrio", (no deja de ser cierto) atentar contra un espacio singular de convivencia, compartido en armonía durante años por niños, ancianos, perros, yonkis y borrachos supondría una auténtica perversión urbanística. Y que mejor ciudad para cometer perversiones urbanísticas que Madrid. Mientras nuestro vomitivo alcalde se dedica a vender humo, todo el mundo sabe de lo que se trata realmente.
No es más que una chinita más en el zapato del ciudadano de Madrid, enmarcada en la cruzada gallardoniana que pretende convertir Madrid en un parque temático. ¿Próxima estación: Teatro Albéniz? Veremos...
Desde este blog te animamos a que no te resignes a ver como deforman tu ciudad sentado en cómodamente en tu sofá. ¡¡Actúa!!: infórmate, sal a la calle, difunde, denuncia, manifiéstate. Tu ciudad, tu barrio, tu mundo está en juego.

Mein liebe Prosperidad

Prosperidad es un pequeño barrio de trabajadores surgido en los años 20, en lo que entonces era aún periferia de Madrid, que a partir de los años 80 quedó como una isla entre zonas de renta alta (Príncipe de Vergara / Auditorio, Alfonso XIII, parque de Berlín...). Hoy es un vecindario destinado a una transformación profunda a medio plazo, devorado por la presión inmobiliaria. Pero mientras su desaparición se consuma sigue siendo un barrio con un perfil característico, como un pequeño pueblo en medio de la ciudad, que se ha visto transformado con la llegada de los inmigrantes, en su mayoría latinos. Pero muchos de sus 25.000 habitantes han vivido siempre en Prosperidad, y han participado activamente en su desarrollo. La vida del barrio se desarrolla sobre todo en torno al mercado y la plaza de Prosperidad, donde además están la parada de metro y la parroquia. El barrio carece de otras marcas visuales, como monumentos o edificios históricos.

La plaza es un espacio urbano de carácter excepcional en Madrid cuya topografía, en especial el arbolado de sombra y las divisiones internas por medio de setos bajos, que crean ambientes acogedores, ha potenciado su uso como zona estancial, y la evolución del barrio ha generado en ella una comunidad multicultural ejemplar.
Fuente: El Ojo Atómico

viernes, mayo 12, 2006

Olor a madera


Yo viví mi infancia en esa etapa en que los niños nos encontrábamos a medio camino entre lo tradicional y lo moderno. Etapa de transición, transición política, transición emocional, transición infantil. Recuerdo jugar al barco pirata de playmobil, recuerdo desmontar los mecanos que mi hermano concienzudamente montaba y luego colocar en la caja con una dulzura infinita para la siguiente vez, recuerdo el olor a lentejas que mi madre estaba cocinando, recuerdo a Bob Dylan. Me levantaba temprano para ver la bola de cristal y de vez en cuando en mi cabeza renace aquello de frío, frío, caliente, caliente... despierta en mí una sonrisa. Pero también recuerdo el olor a madera del trenecito que llenaba de artilugios y recorría toda la casa, arrastrándolo, era normal, para los playmobil la distancia de mi cuarto a la cocina era infinita, ellos por su propio pie hubieran tardado una eternidad en llegar y ellos querían lentejas, me lo dijeron al oído... No teníamos ordenador, ni nada parecido, y los muñecos me reclamaban toda su atención, los colocaba en fila y les leía un libro de aventuras, yo no sabía leer, pero eso ellos no lo sabían y yo, cruel, todavía no lo he confesado.
Me deslizaba por las habitaciones volando, cosa que ahora sólo logro hacer en sueños y reía sin parar. No necesitaba nada, era plenamente feliz. Por eso quiero que ahora tú, que eres mayor, te veas disfrazado de indio representando la comedia que nunca debiste abandonar. Yo lo intento cada día y, aunque mi imaginación está algo oxidada, de vez en cuando me llegan esos olores y no puedo evitar pensar en ti y pensar que seríamos ahora si entonces te hubiera conocido.