viernes, agosto 04, 2006

Líbano: cerrado por vacaciones.

Siendo generoso con quienes ven la situación desde otro punto de vista...si se considerara la situación actual como año cero, ambos bandos tendrían sus razones para armarse y atacar al enemigo. “Sus terroristas lanzan bombas contra nuestra población” dirán unos. “Sus soldados asesinan y humillan a nuestros hermanos palestinos” dirán otros. Pero...¿cuál es el germen de la situación actual? la creación del moderno Estado de Israel, con la expulsión de los palestinos de por medio, fue el gran detonante de todo el horror que presenciamos ahora. Demasiado tiempo, demasiadas muertes...
La existencia de Israel sólo se entiende desde el interés del matón del barrio (USA) por mantener su parcela en Oriente Medio, desde donde se pueda oler el petróleo y dar un tirón de orejas a quien se crea con el derecho de plantar cara. Líbano era un sueño bonito, demasiado bonito para ser real. Lo era cuando a las órdenes del genocida Sharon fue destrozado en los años 80...un país árabe y a la vez rico compartiendo frontera era demasiado para el sionismo.
Más de veinte años después, se repite la Historia. Todo ello se realiza con una precisión de cirujano, nada se deja al azar. Todos los periódicos mienten cantaban los Planetas, y a fe que nadie se cree que la matanza de observadores de la ONU haya sido un accidente, que la masacre de Qana (aquí además llueve sobre mojado) no fuera premeditada...y tantas otras cosas.
Todo esto con la pasividad manifiesta de Occidente. Al fin y al cabo estamos de vacaciones, y eso es sagrado, qué coño.
El verano es la fecha ideal para cometer genocidios. Nadie se inmuta. Nadie reacciona: garantizado. Porque en julio y agosto todo cierra por vacaciones. Incluso la conciencia.