Inquisición: revisited.
Parece que el incidente que nos ocupa ha pasado desapercibido, demasiado desapercibido. Un artista presenta un espectáculo en una sala del centro de Madrid. Esa obra crea polémica, posiciones encontradas, artículos incendiarios en su contra, incluso alguna querella. Hasta aquí todo normal.
Pasa el tiempo, y llegado un día sufre una manifestación, supuestamente pacífica, a las puertas del teatro en cuestión. Tan pacífica que se corean gritos de "sal si tienes cojones"...
Poco más tarde, comienza el hostigamiento a los propios espectadores, antes de entrar al espectáculo...
Y por fin, para qué esperar, se pasa a la acción: la Solución Final. Se coloca un artefacto explosivo (lo que cuando el que lo coloca pertenece a una organización terrorista con solera se conoce como una bomba).
Sólo una cosa me ha indignado más que el propio hecho en sí, y ha sido la pasividad mediática con la que se ha acogido la noticia. Año 2006. Atentado contra un artista por expresar ideas supuestamente contrarias a la religión. Nadie dice nada. Todos callan. Algo huele a podrido en esta España acomodada...
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3 comentarios:
Después de los alborotos, crímenes y asesinatos cometidos por motivo de las caricaturas de Mahoma, es lógico que nadie dijera nada. A mi la religión se puede decir que me trae casi sin cuidado, pero nunca se me ocurriría burlarme y llegar hasta el sarcasmo con un creyente. Lo que yo quiero y considero más importante en la vida no tiene por qué ser lo mismo que quieren y les gusta a los demás. Tener un acendrado sentimiento religioso es algo que ahora a muchos no les acaba de entrar en la cabeza. Y por eso no lo respetan ni tienen ninguna consideración con quienes tienen tal sentimiento. Ni el creacionismo ni el evolucionismo pueden explicar con soltura la existencia o la no existencia de Dios. Lo mejor es ser agnóstico y respetar tanto al que cree como al que no cree. La izquierda radical y la moderada han conseguido introducir en la sociedad, con un éxito más que suficiente, la creencia de que todos los creyentes son tontos y así nos van ahora las cosas. Y con los musulmanes que ahora tanto abundan tanto en España como en Europa, como peor aún nos pueden terminar yendo las cosas.
Después de los alborotos, crímenes y asesinatos cometidos por motivo de las caricaturas de Mahoma, es lógico que nadie dijera nada. A mi la religión se puede decir que me trae casi sin cuidado, pero nunca se me ocurriría burlarme y llegar hasta el sarcasmo con un creyente. Lo que yo quiero y considero más importante en la vida no tiene por qué ser lo mismo que quieren y les gusta a los demás. Tener un acendrado sentimiento religioso es algo que ahora a muchos no les acaba de entrar en la cabeza. Y por eso no lo respetan ni tienen ninguna consideración con quienes tienen tal sentimiento. Ni el creacionismo ni el evolucionismo pueden explicar con soltura la existencia o la no existencia de Dios. Lo mejor es ser agnóstico y respetar tanto al que cree como al que no cree. La izquierda radical y la moderada han conseguido introducir en la sociedad, con un éxito más que suficiente, la creencia de que todos los creyentes son tontos y así nos van ahora las cosas. Y con los musulmanes que ahora tanto abundan tanto en España como en Europa, mucho peor aún nos pueden terminar ir yendo las cosas.
Las caricaturas de Mahoma es una tema más extenso y con muchas más incógnitas que el asunto de Leo Bassi: ¿por qué estalló muchos meses después de que realmente se publicaran? ¿quién (o quienes) están realmente interesados en la confontación Europa-Islam? ¿"Manifestaciones y concentraciones espontáneas" frente a las embajadas europeas son términos creíbles en países bajo dictaduras donde nadie mueve ni un dedo sin que el gobierno haga la vista gorda antes?
Personalmente respeto toda creencia o religión, por lo menos en su vertiente personal y de búsqueda interior. Pero de la misma forma (o con más fuerza si cabe) defiendo el derecho de un artista a realizar en libertad su espectáculo. El show en cuestión no vulneraba la ley: no promovía la persecución a los cristianos ni nada por el estilo. Así que el que se sienta ofendido, siempre tiene la opción de no ir, o incluso de manifestarse, porqué no. Pero, y esto si que no admite vuelta de hoja, cometer un acto terrorista contra una artista porque no se está de acuerdo con lo que pregona no tiene justificación alguna en una democracia moderna.
Por cierto, "la creencia de que todos los creyentes son tontos" no es para nada exclusiva de la izquierda, conozco de primera mano muchos casos de personas totalmente alejadas de todo lo que signifique la izquierda, más de derechas que un palo, que piensan exactamente eso. Y no porque nadie de izquierdas se lo haya metido en la cabeza.
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