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Cuando todavía nos estamos recuperando del atentado de ayer, y una vez transcurridas algunas horas, podemos intentar sacar algunas conclusiones...
- ETA acaba de pegarse un tiro en la cabeza. Después de esto...¿qué va a reclamar en un proceso de paz? ¿qué garantías puede ofrecer tras haber roto una tregua sin previo aviso, a traición?.
- El Gobierno tiene que reflexionar. El proceso de paz ha sido una iniciativa valiente y brillante, pero con eso no vale. Los tiempos son importantes, y Zapatero le ha faltado cierta decisión a la hora de pisar el acelerador...o al menos eso se ha transmitido. Desde luego es hora de que el presidente de un paso adelante...o los votantes lo harán en su momento.
- La derecha se frota las manos. El demonio (ETA) ha vuelto a asomar la cola, y eso siempre es una buena noticia para el neofranquismo (los genoveses y la casposa AVT, tanto monta monta tanto). Están contentos: se ha creado el caldo de cultivo ideal para que los agitadores de pelo engominado y gafas oscuras salgan a la calle a gritar fascistadas contra Zapatero, o a consumar agresiones a periodistas (hecho denunciado por Radio Nacional), en definitiva: están en su salsa.
Con este panorama, uno ya no sabe que le decepciona más: a) la demencia genocida de ETA, b) las dudas del Gobierno o c) la inquina pepera...teniendo en cuenta que a) ETA ya hace mucho que no puede decepcionar, y b) la falta de decisión (Gobierno) siempre es menos grave que la mala voluntad (oposición)) me inclino por lo tercero.
Llamar rojos de mierda a gente que se manifiesta contra lo mismo que te estás manifestando tú, o la actitud con el
affair Unamuno son sólo un par de perlitas que nos han dejado los de
porqué lo llaman centro cuando quieren decir derecha...