lunes, enero 22, 2007

Cuento que nunca acaba

Había una vez un chalado que se dedicaba a acosar a una bella dama, con mensajes cortos del tipo: “¿Eras tú la del sostén rojo?”

Este personaje se dedicaba a mandar el mismo mail a las diferentes cuentas de la afrodita serrana, con el único fin de llevarse a la cama a susodicho bombón... Aún así, por un motivo desconocido, nuestra dama se quedaba realmente complacida con las excentricidades de este loco, que para más INRI (IESVS NAZARENVS REX IVDAEORVM), tenía el pelo rojo (o la barba, mejor dicho, por lo que a partir de ahora le llamaremos "el loco de la barba roja").

Ante este acoso indiscriminado de "el loco de la barba roja", la dulce (que será como denominaremos a la serrana) decidió aplicar una táctica y estrategia de victoria sobre el loco, ella conocía las intenciones de él, y no le importaba en absoluto las formas poco convencionales y un tanto extravagantes que utilizaba el loco para acercarse a ella.

Volvamos a la metodología que utilizaría la dulce para hacerse con los servicios sexuales del loco, porque lo que no saben nuestros lectores es que el fervor sexual no era exclusivo del loco, la dulce, pese a su aspecto inocente y puro, guardaba un torbellino de pasión desenfrenada, y conocedora de la atracción que producía sobre el loco decidió seducirlo de forma suave, calmada, utilizaría palabras delicadas, le acariciaría con ellas de forma pacífica, tranquila. Sabía que era fácil, siempre es fácil, pero deseaba ir más lejos, no podía volverle loco, porque él ya lo estaba, y volverle cuerdo no tenía sentido, porque entonces perdería todo el encanto... ¿Entonces cuál era el fin de este montaje? ¿Qué pretendía ella? ¿Acaso estaba más loca que "el loco de la barba roja"? ¿Quizá fuese una mente retorcida cuyo fin era explotarlo, someterlo a saciar todos sus placeres carnales?...

La dulce comenzó su ataque enviando delirantes mensajes al loco, algunos directos, otros no tanto: "Cuando sientas tu herida sangrar, cuando sientas tu voz sollozar, cuenta conmigo." Desde luego no eran suyos, los había adquirido en las calles, esas palabras las había robado de otros labios o de antiguos libros. Pero él no lo sabía. Además no podía vender su alma tan rápidamente. Escribirle un fragmento era como arrancar una parte de sí misma y regalarle un pedacito de su vida.

En principio estos mensajes causaron indiferencia sobre el loco, lo que hizo que la dulce se enajenara enormemente. No podía entender aquella rebeldía. Pero esto formaba parte del juego, vagabundear con los sentimientos, no exigir bienestar, jugar, jugar y volver a jugar...

Ya está, habían quedado. Él, terco y obstinado, tardó en aceptar, no porque no desease verla, no, no era por eso. Él no conocía sus intenciones, dulce y serrana, sí, pero perversa cuando quería. Él no sabía si iba a dejarse encandilar por sus dulces palabras (cosa que dudaba bastante, ya que él era un gran conocedor de esas artimañas) o si en cambio, lo que iba a seducirle serían aquellos senos voluptuosos, el contoneo de su cuerpo paradisíaco, él era más dado a los deleites sensuales y sabía que, como la dulce pretendía algo, podría utilizarla, jugar, jugar,...

La maquiavélica naturaleza de la dulce le hizo construir un castillo de espejismos, el contenido del mismo sería impredecible, indescifrable. Para poder hacer realidad esa quimera necesita la ayuda de un buen ilusionista, sin su ayuda el castillo podría ser construido pero cuando entrásemos por la puerta principal veríamos palabras ordenadas de forma coherentes, un léxico cuidado, un bello vestuario, pelucas elegantes, cuadros y fotografías. Ahora bien, no oses adentrarte en el resto de las habitaciones estarán oscuras, vacías, no habrá nada....

Cuando por las mañanas la dulce se miraba en el espejo y sonreía, no reía a grandes carcajadas, no era una risa maligna, era una risa perfidiosa, intrigante... Sólo pretendía enamorarle de una forma poco convencional, ¿lo consiguó?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya lo dijo Alec Guiness: ¿Quién es más loco: el loco, o el loco que sigue al loco?

Un saludo.

Suzanne dijo...

Ays eso es... me alegro de que hayáis entendido la historia, alguien que se vuelve loco por un loco, hasta verse arrastrado por una locura aún mayor... El cuento de nunca acabar...

Ana Durá Gómez dijo...

Menuda panda de pirados, Dios los cría y ellos se juntan, qué se le va a hacer... la felicidad tiene tantas formas.

bye

Anónimo dijo...

Hoy sólo vengo a devolverte a la visita porque estoy agotada y tengo todavía mucho trabajo... te he votado en ficción... no sé si es donde lo quieres... haz de contármelo para la próxima que entre aquí... y te haga esa lectura... quizás... si a te apetece.

Gracias por aquello.

Suzanne dijo...

Uys Lynn, no te puedes ni imaginar la de locos que hay por el mundo, pero todos en algún momento tenemos asomos de locura e incluso es bello cuando la locura viene provocada por amor...

Gracias kasandra por visitarnos, yo prefiero cultura y tendencias (principalmente porque es la categoría en que mejor vamos), pero realmente tocamos un poco de todo. Deberían hacer una categoría que fuese "mejor blog que no sabemos muy bien de lo que va".

Saludos a las dos...

RatWulf dijo...

Llevo todo el día fuera!. acabo de leer el cuento...y...no sé, el tipo me cae bien, es más directo, creo....la lotra solo quiere jugar y marear....quizás sea porque soy un poco vago...no sé


Un beso!

Suzanne dijo...

Bueno esa puede ser una interpretación claro... pero es más la locura de una "tía normal" hacía un tío que no lo es, un tío que es más extraordinario por sus propias excentricidades... además fue él el que empezo el juego... y ya sabes quien juega con fuego...

Anónimo dijo...

esto es para vosotros:

¡El follar es un problema grave para los jóvenes de nuestros días! ¡Y el Gobierno hace oídos sordos y mira para otro lado!

¿Cuántos viernes has vuelto a casa más sólo que la una y te la has tenido que cascar viendo vídeos del eMule? ¿Y te crees que al Ministro le importa? Él tiene todo el sexo que quiere. Y encima por eso de estar en el Gobierno ni siquiera les cobran. Pero ya es hora de que oigan la voz de los jóvenes. ¡Queremos follar todos los fines de semana! ¡Y sin que haga falta emborrachar a nadie para conseguirlo!

¡Salgamos todos a la calle el próximo 3 de febrero a exigir nuestro derecho a pecho!

http://www.cogiendocaracoles.com/2007/01/23/pasalo/

¡PÁSALO!

Mar dijo...

Suzanne la locura es algo que no se puede evitar. Está aferrada a nosotros como las ganas, la tristeza, la pasión, la vergüenza y la cordura, por poner ejemplos.

Es de locos soñar? o amar? si es así, excúsame un segundo... me marcho a inscribirme en el sanatorio.

Besos: Mar.

Suzanne dijo...

Si, Mar, yo creo que la loculra como muchos otros estados o sentimientos se aferran a nosotros para poder ser felices...

Ana Durá Gómez dijo...

Hola, Suuu, saludos de la Lynn, que se va para seguir flotando.

Anónimo dijo...

Pues no lo sé... si tengo que basarme en mis experiencias personales.. diría que no. Pero si son la de otra menos estrellada probablemente. Así que pregunto: ¿le compensó?

Suzanne dijo...

Yo creo que si le compensó... y con creces...