Por razones de seguridad o el negocio de la paranoia

Por motivos laborales me toca pasar cada día más tiempo entre aeropuertos. Por un lado resultan sitios interesantes: un auténtico zoológico humano con gente de paso, lo cual resulta una atracción interesante para un voyeur como yo.

Sin embargo, también son el mejor ejemplo del virus que recorre el mundo post 11 de septiembre. Existe una frase, un puro sofisma, una consigna que sirve para obtener la impunidad más absoluta. Las sociedades modernas están (mejor dicho estaban) basadas en un principio básico: la existencia de derechos inalienables para todos los individuos. Cualquiera de esos derechos puede ser pisoteado a día de hoy si se acompaña de la frase "por razones de seguridad".
Por razones de seguridad existe la prisión de Guantánamo. Y sus torturas.
Por razones de seguridad se han invadido países. Independientemente de la calaña de sus dirigentes eso ha supuesto la muerte de miles de inocentes.
Por razones de seguridad nos vemos obligados a un ritual absurdo antes de subirnos a un avión. (¿es que álguien se sigue creyendo que sirve para algo lo de las malditas bolsitas?).
"Por razones de seguridad" no es más que un slogan que busca activar la sumisión del ciudadano. Y funciona, además de mover mucho dinero.
En definitiva estamos sometidos (y todo apunta a que lo estaremos más, o eso intentarán) a medidas que coartan nuestra libertad bajo la excusa de estar mejor protegidos (lo cual es rotundamente falso) y como siempre, alguien está trincando a nuestra costa.

EPÍLOGO

Somos muchos escribiendo blogs, y es difícil no encontrar a alguien que piense como tú. Este post refleja parte de lo que he intentado expresar, y lo que es mucho más importante: nos dice qué podemos hacer.
Una carta, un e-mail, cualquier acción por pequeña que sea es poca con tal de no acabar inmersos en la paranoia absoluta, como ya lo están en algunas partes del mundo.